jueves, 25 de abril de 2013

Defectos




Cuando un Maestro como líder no utiliza su corazón, su emoción, entusiasmo y pasión está cerrado a la coherencia entre lo que piensa, siente, dice y hace, quienes lo siguen se dan cuenta que no hay corazón, que solo hay interés.

Había un perro que acostumbraba morder sin razón. Le puso su amo una campanilla para advertirle a la gente de su presencia cercana. Y el can, sonando la campanilla, se fue a la plaza pública a presumir. 

Más una sabia perra, ya avanzada de años le dijo:
 -- ¿De qué presumes tanto, amigo? Sé que no llevas esa campanilla por tus grandes virtudes, sino para anunciar tu maldad oculta.

 Los halagos que se hacen a sí mismos los fanfarrones, sólo delatan sus mayores defectos.



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