El aloe se cultiva como planta decorativa, para usos
medicinales, en cosmética e incluso para la alimentación en algunos países
africanos.
Es rica en vitaminas, minerales, aminoácidos y enzimas.
Una de las aplicaciones farmacéuticas, más antiguamente
registrada, se puede encontrar en una tablilla sumeria de arcilla del siglo XXI
a. C., pero hay informes de dibujos de la planta en las paredes de templos
egipcios desde el IV milenio a. C.
En cosmética se usa cada vez más. La mayoría de los
fabricantes responsables extraen y purifican los extractos evitando los
componentes más irritantes.
Esta especie ha sido cultivada desde tiempos antiguos por su uso medicinal.
El principio activo está formado por el jugo desecado de las
células secretoras de las hojas.
El olor es característico y fuerte, mientras
que el sabor es amargo y desagradable. De las hojas básicamente se obtienen dos
compuestos:
-Gel, que es la porción mucilaginosa del parénquima tisular o
mesófila situado en el centro de las hojas. Las plantas más expuestas al sol
fabrican menos pulpa y más látex.
De la pulpa se extrae un gel brillante y
amargo, que se obtiene por extrusión de la parte interna de las hojas. Debe
eliminarse previamente todo el contenido de antraquinonas que se ubican en el
epidermis de las hojas. Si este proceso no se realiza, el látex se oxida y coge
una tonalidad marrón fácilmente.
La fragilidad de algunos constituyentes del
gel hace que sea necesario estabilizar el material reciente obtenido y
preservarlo de la contaminación bacteriana.
-Acíbar o látex, es el zumo cuajado, resultado de la incisión
de las hojas, es un sólido cristalino de color marrón y muy amargo, llamado
acíbar (del griego: "jugo del aloe").
Se localiza en las células
pericíclicas situadas cerca de los haces conductores inmediatamente por debajo
de la epidermis, entre el parénquima clorofítico y el mucilaginoso.
En general,
se obtiene dejando fluir el líquido que sale de las hojas cortadas
transversalmente y depositándolo de este modo en un recipiente mezclado con
pulpa.
Para prevenir la pérdida de látex, las hojas deben ser
cortadas por la base, cerca del tallo.
Se debe tener en cuenta que la hoja que
se corta no vuelve a crecer.
Para utilizarla con la cáscara se corta por el
centro, o en el caso de querer extraer sólo el látex, se quita la cáscara
previamente.
Una vez cogidas, las hojas son lavadas y fileteadas. La cáscara y
el revestimiento amarillento (alantoína) son separados.
Componentes químicos
Aloemodina: Regula el funcionamiento de la mucosa
intestinal.
Aloeoleína: Mejora úlceras duodenales y estomacales. Disminuye
la acidez.
Aloetina: Neutraliza el efecto de las toxinas microbianas.
Aloína: Alivia el estreñimiento.
Aminoácidos: Interviene en la formación de proteínas.
Carricina: Refuerza el sistema inmune y ayudaría a las
defensas.
Creatinina: Resulta fundamental en las reacciones de
almacenaje y transmisión de la energía.
Emolina, Emodina, Barbaloína: Generan ácido salicílico de
efecto analgésico y antifebril.
Fosfato de manosa: Agente de crecimiento de los tejidos con
efecto cicatrizante.
Minerales: calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, cobre.
Mucílago: Actividad emoliente sobre la piel.
Saponinas: Antiséptico.
Fitosteroles: Acción antiinflamatoria.
Mucopolisacáridos: Responsables de la hidratación celular.
Hormonas vegetales: Estimulan el crecimiento celular y la
cicatrización.
Enzimas: Intervienen en la estimulación de las defensas del
organismo.
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