XII
humillado, desechado
sobre el témpano, aterido,
cuando, apenas fenecido,
a tu voz resucitado.
Así voy, constantemente,
vida y muerte conjugando:
pues vivo, si estás presente,
o muero si, de repente,
dictas mi muerte, marchando.
Eloy Sagüillo Rodríguez.-De mi libro REAMAR (1996).
No hay comentarios:
Publicar un comentario