Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre
late y no reposa
y en su tallo de
agua, temblorosa,
la fuente es una
líquida armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para
ser hermosa
y cabe todo abril en
una rosa
y por la rosa se
desangra el día.
Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y
campanas
y aún crees en el
dolor y en la poesía.
Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu
puerta y estás triste,
abre, que es el amor,
amiga mía.
Gabriel García
Márquez.
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