Su nombre
completo era Dolores Asúnsolo y López Negrete de Martínez del Río
Nació en Durango, México, el día 3 de agosto de 1904 (otras fuentes: 1905 o 1906).
Fue
una actriz cinematográfica, teatral y televisiva mexicana.
Estrella de
Hollywood durante las décadas de 1920 y de 1930 y una de las figuras femeninas
más importantes de la Época de Oro del Cine Mexicano.
Fue considerada una de las mujeres mas bellas del cine de su tiempo, figura mítica del espectáculo en Latinoamérica y representación por excelencia del rostro femenino de México en el mundo entero.
Durante
los años 1920 y 1930 en Hollywood, Dolores llegó a ser considerada una de las
mujeres más bellas de su tiempo.
Fue una de las pocas superestrellas de la época muda en adaptarse al cine sonoro en Hollywood. Trabajó en numerosas cintas de éxito en Hollywood
Dolores del Río solía recordar que en su infancia fué criada como una princesa y que su madre, doña Antonia López Negrete y López, estaba tan orgullosa de su origen aristocrático que viajaba a todas partes con un enorme legajo en el que conservaba documentos notariados que certificaban la nobleza de su linaje familiar, el cual se remontaba a la España anterior al virreinato.
Negrete
fué la única hija del matrimonio formado por doña Antonia y Jesús Leonardo
Asúnsolo, próspero ganadero y comerciante originario de Chihuahua.
Al estallar
la revolución, los Asúnsolo emigraron a la capital mexicana, dejando atrás sus
posesiones más preciadas.
Años después, Dolores recordaría ese traslado como su primer contacto con un México muy distinto al que ella pertenecía: un país de soldaderas y campesinos, de personajes recios, dignos y humildes, iguales a los que ella interpretaría en sus cintas más famosas.
Desde
muy pequeña Dolores demostró aptitudes para la danza, arte que la daría a
conocer entre el selecto grupo social en el que se desenvolvía.
Fué
precisamente en un recital de danza donde la joven Dolores conoció a Jaime
Martínez del Río, un refinado y culto heredero, con quien contrajo nupcias tan sólo
dos meses después.
En
1925, el matrimonio ofreció una fiesta a la que asistió el norteamericano Edwin
Carewe, productor de Hollywood.
La belleza y gracia de Dolores cautivaron a
Carewe, quien se enamoró perdidamente de ella.
En un movimiento audaz, el productor convenció a la pareja de abandonar su bucólica vida en la capital mexicana y emigrar a Hollywood, en donde Dolores se convertiría, de nuevo, en una princesa, ahora del celuloide.
En
Hollywood, Dolores del Río filmó más de treinta películas, se divorció de su
primer esposo, se casó con el escenógrafo Cedric Gibbons y se convirtió en una
celebridad internacional.
Mantuvo
una tórrida relación amorosa durante cuatro años con el actor y director Orson
Welles. Ella estuvo a su lado durante la realización de la exitosa película
Ciudadano Kane
Cuando su fama entró en declive regresó a México, sin imaginar que iniciaría una nueva y exitosa carrera.
Dolores
encabezó algunas de las más celebradas cintas de la Época de Oro del Cine
Mexicano, siendo la principal musa del director Emilio Fernández.
Las películas María Candelaria (1943), Las abandonadas (1944), Bugambilia (1944) y La malquerida (1949), son consideradas las obras maestras de su colaboración.
Fue la primera figura femenina mexicana del espectáculo en ser reconocida a nivel internacional. Junto con Lupe Vélez, Katy Jurado y Salma Hayek, Dolores del Río completa el grupo de actrices mexicanas que han logrado triunfar en Hollywood.
Las películas María Candelaria (1943), Las abandonadas (1944), Bugambilia (1944) y La malquerida (1949), son consideradas las obras maestras de su colaboración.
Fue la primera figura femenina mexicana del espectáculo en ser reconocida a nivel internacional. Junto con Lupe Vélez, Katy Jurado y Salma Hayek, Dolores del Río completa el grupo de actrices mexicanas que han logrado triunfar en Hollywood.
A pesar del paso de los años, Dolores del Río continuó hasta el final presentando una imagen de una mujer educada, elegante y sofisticado, que a pesar de su edad seguía siendo agradable y deseable a los ojos del público.
Hacia el año de 1983 comenzó a experimentar problemas de salud derivados de complicaciones hepáticas; es trasladada a la ciudad de Newport Beach, California, donde muere a la edad de 77 años.
Ese mismo día había recibido una
invitación para aparecer en la próxima entrega del premio Oscar de la Academia
Americana.
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