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sábado, 11 de mayo de 2013

Peter Paul Rubens.




Nació el 28 de junio de 1577, en  Siegen, Sacro Imperio Romano Germánico, actual Alemania,
en el seno de una familia calvinista flamenca que en 1568 había huido de Amberes a Colonia (Renania del Norte-Westfalia) a causa de las revueltas y persecuciones religiosas. 
Su padre, abogado, fue Jan Rubens, y su madre fue Maria Pypelincks. 

En esta ciudad, el ex-magistrado Jan Rubens fue nombrado asesor jurídico de la segunda esposa de Guillermo de Orange, Ana de Sajonia, de la que se convirtió también en amante.

Después de dos o tres años el marido descubrió el adulterio y Jan Rubens fue encarcelado en el castillo de Dillenburg, siendo puesto en libertad tras dos años de cautiverio, con el pago de una fianza y la imposición de residir en Siegen, una pequeña población a ochenta kilómetros de Colonia. Fue allí donde, tras ser perdonado por su esposa, tuvieron a su sexto hijo, Peter Paul. 

En 1578, tras la muerte de la princesa Ana de Sajonia, se le permitió volver a residir en Colonia, donde posiblemente, Peter Paul Rubens inició su formación artística.

En 1600 estuvo en Venecia, Italia, donde conoció a un aristócrata mantuano que lo recomendó ante el Duque de Mantua, Vincenzo Gonzaga, obteniendo el cargo de pintor de corte. 
Su cargo le obligaba a ejecutar los retratos del duque y su familia, copiar las pinturas de grandes artistas que deseara el duque y cuidar de la decoración de sus palacios. Los Gonzaga tenían la fama de ser unos grandes amantes de las artes y unos buenos mecenas, por lo que Rubens se encontró con gran cantidad de obras importantes de grandes maestros italianos como Tiziano, Paolo Veronese y Tintoretto; también algunos como Annibale Carracci y Caravaggio considerados ya del incipiente estilo barroco.


                                    ''Aquiles entre las hijas de Licomedes''

Rubens pasó su última década en Amberes y sus alrededores. 
Durante estos años exploró vías artísticas más personales, mediante pinturas que en muchos casos realizó sin intención de venderlas y que conservó para sí hasta su muerte, aunque también siguió realizando importantes obras por encargo, en especial para comitentes extranjeros, como los lienzos que Carlos I de Inglaterra le solicitó para decorar el techo de la Banqueting House del Palacio de Whitehall de Londres, y sobre todo las pinturas realizadas por encargo de Felipe IV de España para decorar la Torre de la Parada, a las afueras de Madrid, que consistieron en un conjunto de cincuenta y dos cuadros con escenas de la mitología clásica, además de algunas alegorías y de dos pinturas de filósofos de la Antigüedad, Heráclito, el filósofo que llora y Demócrito, el filósofo que ríe, que se supone que formaban un grupo con Esopo y Menipo de Velázquez, sumando un total de sesenta y una o sesenta y dos obras (se desconoce la cifra exacta).
                                      El Marqués de Leganés de Rubens.

En 1630, cuatro años después de la muerte de su primera mujer, contrajo matrimonio con Hélène Fourment, hija de un acaudalado comerciante de sedas y tapices, Daniël Fourment, con el que Rubens tenía gran amistad, y de la hermana de Isabella Brant, Clara, siendo por tanto sobrina política suya. 
La pareja se llevaba treinta y siete años de diferencia, puesto que ella tenía dieciséis y él ya cincuenta y tres. 

                                                              Las tres gracias.

En 1635 adquirió un castillo situado en un entorno rural, Het Steen (La Piedra en neerlandés), en la localidad de Elewijt. Al él le gustaba mucho el campo y desde finales de la década de 1610 pintó paisajes con mayor o menor frecuencia, en los que muestra una naturaleza exuberante y variada, pero la compra del castillo, en el que pasó desde entonces gran parte de su tiempo, hizo que fuera en la última etapa de su vida cuando más intensamente se dedicara a esta faceta. Obras como Vista de Het Steen al amanecer (National Gallery de Londres) o El regreso de los campesinos del campo (Galería Palatina del Palacio Pitti, Florencia) muestran el estilo más personal que tienen muchos de sus paisajes tardíos.



Tuvo con ella cinco hijos, Clara Johanna (1632), Frans (1633), Isabella Hélène (1635), Peter Paul (1637) y Constancia Albertina, ésta última póstuma, puesto que nació en 1641, ocho meses después de fallecer el pintor. 

La bella joven fue su principal fuente de inspiración en la última década de su vida, ya que, aparte de ejecutar varios retratos de ella, se basó en sus rasgos para realizar las voluptuosas figuras femeninas que aparecen en muchas de sus obras de este periodo, tanto de tema mitológico, como La fiesta de Venus (Kunsthistorisches Museum, Viena), Las tres Gracias o El Juicio de Paris —en el que la representó en la imagen de Venus— (las dos últimas en el Prado), como de tema religioso, como La coronación de santa Catalina (Toledo Museum of Art, Toledo, Ohio).


Rubens murió de un fallo cardíaco, causado por la gota crónica que padecía, el 30 de mayo de 1640 en Amberes, a los 62 años de edad, y fue enterrado en la Iglesia de Santiago (Sint-Jacobskerk) de la ciudad. 

En 1642 su viuda hizo colocar sobre la lápida, dentro de un marco de mármol, la obra La Virgen y el Niño rodeados por santos, del propio Rubens, que se cree que es a la vez un retrato familiar: el pintor habría representado a Hélène en la figura de la Magdalena y a sí mismo en la de San Jorge.







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