León Tolstoi, con 77 años, escribió en su diario, el día 10
de marzo de 1906, el siguiente texto:
"Todo el día me he sentido como embrutecido, triste.
Hacia la noche, ese estado se convirtió en emoción, en deseo de afecto, de
Amor.
Tenía ganas, como en la infancia, de estrechar a un ser amado, alguien
que me complaciera; y poder llorar conmovido y que me consolaran.
Pero, ¿quién
es ese ser que podría abrazarme de esa manera? Pienso en todas las personas que
amo y ninguna me parece apropiada.
¿Quién podría estrecharme?
Hacerme pequeño y
abrazar a mi madre, tal como la imagino.
Sí, sí, mi mamá, a la que nunca llamé así porque entonces no
sabía hablar.
Sí, ella; para mí la representación más elevada del amor puro,
pero no frío, divino, sino terrenal, cálido, maternal.
A eso aspiraba mi mejor
alma, mi alma cansada.
Mamá, acaríciame.
Todo esto es absurdo, pero todo es Verdad."
Gracias, Lev Nicolaievich Tolstói.
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