Lord Byron fue un poeta inglés considerado uno de los
escritores más versátiles e importantes del Romanticismo.
Su facilidad
versificadora y su expresión ágil e incisiva mantienen el interés de sus
sátiras y composiciones narrativas.
Su gran obra, “Don Juan”, un poema de 17
cantos, fue uno de los más importantes poemas largos publicados en Inglaterra.
Byron encarnó para sus coetáneos el ideal del héroe romántico, tanto en su obra
como en su vida, y como tal fue considerado y admirado por no pocos escritores,
José de Espronceda y Gustavo Adolfo Bécquer entre ellos.
George Gordon Byron, sexto Barón de Byron, nació en Londres,
el 22 de enero de 1788.
Murió en Messolonghi, Grecia, el 19 de abril de 1824).
Se involucró en revoluciones en Italia y en Grecia, en donde
murió de malaria en la ciudad de Missolonghi.
Su hija Ada Lovelace contribuyó en la invención de la
máquina analítica junto con Charles Babbage.
Byron, mientras estudiaba en Cambridge, guardó un oso en una
institución en donde estaban prohibidos los animales domésticos.
En otras
épocas de su vida tuvo de compañía a un zorro, monos, loros, gatos, un águila,
un halcón, gallinas de Guinea, un cuervo, un tejón, gansos, una grulla egipcia
y una garza.
Tuvo una vida llena de aventuras y extravagancias.
Cuentan que al ingresar en la Universidad de Cambridge se llevó de su casa, junto al equipaje, un oso domesticado y una moza disfrazada de hombre, con el propósito de que le entretuvieran en las largas tardes de invierno.
Después de su graduación partió con un amigo a ver mundo.
A su vuelta a Inglaterra se casó, aunque esto no fue motivo para que abandonara su vida de conquistador, al cabo de unos años abandonó a su esposa y se fue de Londres.
Su marcha fue muy comentada ya que lo hizo en un vehículo que disponía de cama, biblioteca y cocina. Sin saberlo, Lord Byron había puesto de moda lo que más tarde se popularizó con el nombre de caravana o roulette.
Byron no podía soportar la idea de alejarse de su vida y de
sus costumbres, así que nada mejor que trasladar con él su vida y sus
costumbres.
Amantes de los animales, a la muerte de su fiel perro Terranova «Boatswain», escribió en su tumba:
Aquí reposan
los restos de una criatura
que fue bella sin vanidad
fuerte sin insolencia,
valiente sin ferocidad
y tuvo todas las virtudes del hombre
y ninguno de sus defectos.
A Lord Byron se le atribuye la frase:
“Cuanto más conozco a los hombres más aprecio a mi perro”.
Boatswain fué la sombra de su amo, con quien compartió los
años más felices de su existencia, hasta su muerte de rabia el 18 de Noviembre
de 1808.
Desconsolado, Lord
Byron ordenó construir en los jardines de su mansión uno de los más imponentes
monumentos que un amo haya dedicado a perro.
Cuentan que en cierta ocasión en que realizaba un viaje en
barco desde el puerto de Londres, el perro que le acompañaba se cayó al agua.
Inmediatamente mandó al capitán que detuviera el barco para recoger a su
animal.
El capitán del barco se negó a parar y se excusó diciendo
que no estaba en el reglameto recoger animales caídos al agua y que sólo podría
dar marcha atrás a la nave en el en caso de que cayera un hombre al agua.
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