Lo que el viento se llevó es una de las películas más
famosas de la historia del cine. Basada en la novela del mismo título de
Margaret Mitchell, su rodaje, que duró 125 días, supuso cambios importantes en
la técnica cinematográfica.
Recibió diez premios Oscar, récord que mantuvo hasta el año
1959.
Lo que el viento se llevó (Gone with the wind) llegó a
rodarse con cinco directores distintos: B. Reeves Eason, Sam Wood, William
Cameron Menzies, George Cukor y Victor Fleming. Y esto sin contar la escenas
rodadas con directores de segunda unidad, que fueron unas cuantas debido a los
avatares del rodaje.
Se cuenta que el director que debía haberla realizado es
George Cukor, quien apoyó la elección de Vivien Leigh, pero Clark Gable exigió
su sustitución, según rumores porque Cukor (reconocido homosexual) conocía
detalles del pasado de Gable y éste se sentía incómodo a su lado.
Cuando Vivien
recogió su Oscar por esta película, cuentan que fue vista llorando en un cuarto
de baño porque lamentaba que George Cukor no pudiese compartir con ella ese
momento.
Era una historia magna y el rodaje fue hecho a igual escala.
La cinta tiene una duración de cuatro horas (239 minutos).
De los tres directores, sólo Victor Fleming aparece en los
títulos de crédito.
Para el incendio en Atlanta se quemaron los decorados del
clásico King Kong a modo de edificios ardiendo.
En una escena Clark Gable gastó una broma a Hattie McDaniel
(Mami) sustituyendo el té del vaso del que ella debía beber para celebrar el
nacimiento de Boni por whisky.
Clark Gable no quería aparecer llorando en la escena en que
Melanie le consuela tras el aborto de Scarlett porque consideraba que era poco
masculino.
El director intentó por todos los medios de convencerle sin éxito,
finalmente Olivia de Havilland (Melanie Hamilton) y el mismo director le
convencieron.
Gable aceptó filmar dos versiones de la escena, con y sin llanto,
pero se reservó el derecho de decidir cuál se usaría en la película.
Clark vio
que las lágrimas estaban justificadas en esa escena y accedió a que se
incluyera.
Podría decirse que David O. Selznick fue el alma mater de Lo
que el viento se llevó.
Fue él quien quiso que la película se hiciese en color,
fue el que introdujo diálogos famosos como el de la última frase de Rhett o las
primeras palabras del comienzo y fue él quien eligió a los actores para los
diferentes roles, sobre todo el de Scarlett.
Se estrenó en Atlanta el 15 de diciembre de 1939 en el Gran Teatro Loews, que se engalanó con un falso porche de columnas blancas a imitación del típico estilo arquitectónico del sur de Estados Unidos, muy similar al de Doce Robles.
Cuando Vivien Leigh se bajó de su limousine una
banda de cuarenta músicos tocó los sones de Dixie.
La mitad de los estadounidenses que fueron al cine en 1940 vieron esta película, y en 1941 se proyectó masivamente en todo el país.
La famosa frase final de Rhett Butler, “Francamente, querida, me importa un bledo”, tuvo problemas con la censura. David O. Selznick tuvo que pagar una suma de
dinero a los censores para poderla dejar.
Las premiere tuvieron lugar durante el mes de diciembre de
1939: el viernes día 15 en Atlanta, el 19 en New York City y el día 28 en Los
Angeles.
Al cabo de casi cuarenta años, trás innumerables
reposiciones por las salas de cine de los EE.UU. la película se estrena en la
NBC los días 7 y 8 de Noviembre de 1976 (se emitió en dos partes).
Fue vista
por más de 33 millones de espectadores cada noche.
En España, el primer doblaje lo realizó la Metro en 1947,
pero la censura denegó la licencia de exhibición.
Dos años después, la
productora aprovechó para realizar un nuevo y definitivo doblaje con los
grandes actores del momento, Rafael Luis Calvo (para Clark Gable) y Elsa
Fabregas (Vivien Leigh).
El estreno tuvo lugar el viernes 17 de noviembre de 1950 en
los cines Windsor Palace de Barcelona y Palacio Central de Madrid, en los
cuales la película estuvo en cartel casi un año.
El viernes 27 de junio de 1986 fue emitida por primera vez
en TVE.
Más de 20 millones de espectadores siguieron la emisión.
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