El sol incendia la arena.
Esta tierra calcinada,
esta tierra tan sedienta
que, en verde, no dice nada,
solo produce recuerdos,
soledades y añoranzas.
Y yo añoro tus abrazos,
la sonrisa de tu cara,
ese fulgor de tus ojos
por donde brotaba el alma
y el alma se hacía cariño
que a los míos inundaba.
Bajo este sol, que me quema;
bajo este sol, que me abrasa
hoy rebusco en los recuerdos
do mi memoria te guarda;
y te encuentro la sonrisa
en el pudor de tu cara,
como en el beso primero
en que fundimos dos alma:
la mía, se dio a la tuya;
la tuya, a la mía entregada.
En labios, besos y aliento
y el fuego de las entrañas
haciendo hogueras los rostros
y al sueño poniendo alas.
En mis recuerdos revivo
vuelos por las cimas altas
por buscar un paraíso
entre las nubes lejanas
y, allí, montar nuestro hogar
en alguna nube blanda.
tus labios, pétalos dulces
de tierna rosa encarnada;
tu lengua, blando pistilo;
estambres, perlas de nácar
y, yo, la sedienta abeja
que tu corazón libaba
fermentando dulces mieles
que, en mi lengua, tú saciabas.
He escardado en los recuerdos
buscándole nido al alma;
ese nido entre tus brazos
en que mi amor acunabas.
Hoy, he segado en la arena
dos gavillas de añoranza.
Eloy Sagüillo Rodríguez
REAMAR 2º Capítulo
AMOR EN EL SAHARA
1962
BAJO ESTE SOL…
1962
AMOR EN EL SAHARA
1962
BAJO ESTE SOL…
1962
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