En una choza cerca los mares
donde las olas bravas rugían
con sus chicuelos feliz vivía
la compañera del pescador,
y en los albores de la mañana
cuando aquel hombre rudo volvía
ella gozosa lo recibía con grandes
muestras de intenso amor.
Más un día el cruel destino,
quiso que la barcarola
azotada por las olas
comenzara a naufragar.
Y así fue como esa noche
que arreciaba la tormenta
en las aguas turbulentas
¡se perdió el lobo de mar!
Pasaron días que fueron siglos
y ella a lo lejos siempre miraba
por si en las aguas se divisaba
la frágil barca que no volvió
y hoy, que las olas con sus bramidos,
llenan la choza de desconsuelo
la pobre mártir eleva al cielo
la honda plegaria de su dolor.
https://youtu.be/Zpf5QQX7MLA
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