"He aprendido que los amores, pueden llegar por sorpresa o
terminar en una noche. Que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos,
y que por el contrario, un desconocido puede volverse alguien inseparable. Que
el “nunca más”, nunca se cumple, y que el “para siempre”, siempre termina, Que
el que quiere, lo puede, lo sigue, lo logra y lo consigue. Que el que arriesga
no pierde nada, y el que no arriesga, no gana. Que si quieres ver de verdad a
una persona, búscala, mañana será tarde. Que sentir dolor es inevitable, pero
sufrir es opcional. Y sobre todo, he aprendido que no sirve de nada, seguir
negando lo evidente."
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jueves, 30 de julio de 2015
Luis Espinoza.
"Con el corazón en la mano, así se saluda;
Con el corazón en los ojos, así se observa;
Con el corazón en los oídos, así se escucha;
Con el corazón en la boca, así se habla;
Con el corazón en el otro, así se vive;
Con el corazón en la mente, así se piensa,
así se perdona y así se sigue adelante."
lunes, 27 de julio de 2015
Rafael Alcalá Álvarez
"LOS GUANTES DE FRANCIS.
Circulaba con mi mujer y en un semáforo en rojo me detuve.
Un joven de raza negra me ofreció chapurreando el español, un paquete de
pañuelos. Le di un euro. Como pasamos tres
veces por semana por dicho lugar, he charlado con él varias veces. Es ghanés,
habla inglés y es licenciado en Sociología. En una segunda ocasión, al darle el
euro, me lo rechazó y me pidió si le podía regalar unos guantes de color claro.
Mi mujer y yo nos miramos asombrados, ya que el calor en mi ciudad es duro de
pelar. Se los compré y se los di un día lluvioso.
Francis-así se llama-
sonrió felíz. Parecía que le salvaban la vida. En otra ocasión, me atreví a
preguntarle por qué me había pedido los guantes. Me sonrió y evitó responderme.
Me costó más de dos meses que me lo explicara. Por fin, me respondió bajando la
cabeza: "A muchas personas parece que les da asco rozar nuestra piel y no
nos dan nada. Desde que tengo los guantes, todo ha cambiado."
Seguí camino pensativo mientras mi mujer se miraba las
manos. ¿Blancas, negras? ¿Tan gris es el mundo?
RAFAEL ALCALÁ ÁLVAREZ.-Málaga, España.
sábado, 25 de julio de 2015
Ella...
"Ella me hablaba con seriedad, y yo le respondía con ironías.
Eramos dos destinados en la vida, ella tratando de que yo entienda las cosas complejas de la vida, y yo solo tratando de hacerla sonreír para alegrarle su día."
Eramos dos destinados en la vida, ella tratando de que yo entienda las cosas complejas de la vida, y yo solo tratando de hacerla sonreír para alegrarle su día."
Háblame
"Háblame de soledades y rabias dormidas, de manos vacías y noches ingratas, anda, intenta explicarme como duele el silencio y como matan las palabras que no se dicen, anda dime que tanto pesa la esperanza cuando la sostienes con las uñas, dime como se te quita el frío cuando se te mete en el alma..."
jueves, 23 de julio de 2015
martes, 21 de julio de 2015
James Joyce
"No
deseo saber ni creer. No me importa. No te deseo en la oscuridad de la
creencia, sino en la incesante, viva e hiriente duda. No retenerte con ninguna
atadura, ni siquiera las del amor; estar unido a ti en cuerpo y alma en una
desnudez total...Eso es lo que yo anhelaba."
Si pudiera...
"Si pudiera volver a escuchar su risa
la guardaría
para dejarla soñar
cuando el silencio cruce la soledad."
miércoles, 15 de julio de 2015
Gustavo Adolfo Bécquer
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarla!
¡Ay!, pensé, ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: "¡Levántate y anda!".
RIMA VII
sábado, 11 de julio de 2015
Libre
"Te equivocas.
No quiero ser tuya.
Quiero ser mía.
Siempre mía.
Y a ratos,
compartirme contigo,
siendo libre."
lunes, 6 de julio de 2015
Ray Bradbury
"No es preciso quemar libros para destruir una cultura. Basta
con hacer que la gente deje de leerlos."
sábado, 4 de julio de 2015
Libertad - Paul Eluard
En mis cuadernos de escolar
en mi pupitre en los árboles
en la arena y en la nieve
escribo tu nombre.
En las páginas leídas
en las páginas vírgenes
en la piedra la sangre y las cenizas
escribo tu nombre.
En las imágenes doradas
en las armas del soldado
en la corona de los reyes
escribo tu nombre.
En la selva y el desierto
en los nidos en las emboscadas
en el eco de mi infancia
escribo tu nombre.
En las maravillas nocturnas
en el pan blanco cotidiano
en las estaciones enamoradas
escribo tu nombre.
En mis trapos azules
en el estanque de sol enmohecido
en el lago de viviente lunas
escribo tu nombre.
En los campos en el horizonte
en las alas de los pájaros
en el molino de las sombras
escribo tu nombre.
En cada suspiro de la aurora
en el mar en los barcos
en la montaña desafiante
escribo tu nombre.
En la espuma de las nubes
en el sudor de las tempestades
en la lluvia menuda y fatigante
escribo tu nombre.
En las formas resplandecientes
en las campanas de colores
en la verdad física.
escribo tu nombre.
En los senderos despiertos
en los caminos desplegados
en las plazas desbordantes
escribo tu nombre.
En la lámpara que se enciende
en la lámpara que se extingue
en la casa de mis hermanos
escribo tu nombre.
En el fruto en dos cortado
en el espejo de mi cuarto
en la concha vacía de mi lecho
escribo tu nombre.
En mi perro glotón y tierno
en sus orejas levantadas
en su patita coja
escribo tu nombre.
En el quicio de mi puerta
en los objetos familiares
en la llama de fuego bendecida
escribo tu nombre.
En la carne que me es dada
en la frente de mis amigos
en cada mano que se tiende
escribo tu nombre.
En la vitrina de las sorpresas
en los labios displicentes
más allá del silencio
escribo tu nombre.
En mis refugios destruidos
en mis faros sin luz
en el muro de mi tedio
escribo tu nombre.
En la ausencia sin deseo
en la soledad desnuda
en las escalinatas de la muerte
escribo tu nombre.
En la salud reencontrada
en el riesgo desaparecido
en la esperanza sin recuerdo
escribo tu nombre.
Y por el poder de una palabra
vuelvo a vivir
nací para conocerte
para cantarte
Libertad
viernes, 3 de julio de 2015
F. García Lorca
Se ha llenado de luces
mi corazón de seda,
de campanas perdidas,
de lirios y de abejas,
y yo me iré muy lejos,
más allá de las sierras,
más allá de los mares,
cerca de las estrellas,
para pedirle a Cristo
Señor que me devuelva
mi alma antigua de niño,
madura de leyendas,
con el gorro de plumas
y el sable de madera.
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