"No perdí a nadie, simplemente me perdieron.
Y es que siempre
me esmeré por dar lo mejor, me entregué sin condición, arriesgué todo por amor.
Luché muchas veces con ese ser insoportable que llevaba por dentro. Tenía miles
de miedos y varios demonios internos. Pero aún con todo eso, yo siempre estuve
ahí, ahí mostrando y dando la mejor versión de mi. No me arrepiento de lo
entregado, mucho menos del tiempo dedicado. Me quedo con aquella tranquilidad
de saber que todo lo que hice fue de buena intención, todo lo que di siempre
fue realmente sincero y de corazón.
Y es que jamás perdí, a mi me perdieron..."
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