"No me ruegues que te deje y que me aparte de ti; porque a
donde tú vayas, yo iré; y donde tú vivas, yo viviré. Tu pueblo será mi pueblo,
y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, yo moriré, y allí seré sepultada. Sólo
la muerte hará separación entre tú y yo."
Así contesta Rut a su suegra Noemí, ambas viudas, cuando
Noemí le avisa que dejará su casa y su tierra para ir a la tierra donde viven
los Israelitas y que no puede llevarla con ella. Asi se empeña Rut en seguir la
voz de su corazón, en seguir sus sueños, en seguir el afecto profundo de su
corazón…
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