"Se cruza conmigo por la calle,
Se me queda mirando por ver si lo saludo.
Sabiendo que para mí está muerto,
Que para mí no existe ni él ni lo suyo.
Que pronto pretende que me olvide,
De tanta humillación y de tanto sufrimiento.
Que pronto pretende que perdone y borre
Todo el odio que le guardo en mis adentros.
Y aun así comprendo su cinismo,
Comprendo que no viva con cargo de conciencia.
Que puedes esperar de una persona, que no tiene vergüenza..."
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