Aquí ya no tienes nada.
Te llevaste todo lo material.
Aquí lo que dejaste fueron cosas que no se pagan con nada. Pero ya no importa,
todo me resbala. Me unté con el aceite de la dignidad. Ahora estoy bien
impregnada y me da igual lo que digas por ahí, porque ese aceite no me lo
quitas con nada.
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