Para salvar las noches en que estas enfadada,
y con estos diez años
que te llevo de ventaja,
voy a obligarte niña
a mirarme a la cara,
y hasta que te lo
diga, que no me des la espalda.
Cuando seamos viejos
vas a llorar con rabia
de verte en el espejo
la cara tan cambiada,
se llenaran de
arrugas tus risas de muchacha.
Será mas insegura esa voz que hoy te manda.
Cuando seamos viejos
no habrá tanta distancia,
sentirás menos miedo
sabiéndome en tu cama.
Ya, ni discutiremos
ni servirá de nada
te reñiré bajito lo
que antes te chillaba.
Cuando seamos viejos,
estarás mas cansada,
seremos compañeros,
nos haremos mas falta,
cuando no estés
conmigo te notaras muy rara,
y me encontraré
perdido si un día nos separan.
Cuando seamos viejos,
veremos con nostalgia
sentados desde un
banco, como la vida pasa,
yo hablando con
alguno que no me entiende nada,
tu inventándote
prisas para volver a casa.
Para salvar las
noches que entonces serán largas,
y cuando mis diez
años se vuelvan desventaja,
porque me falten
fuerzas o a ti te falte gracia,
entonces niña vieja
podrás darme la espalda.
Alberto Bourbón
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