Si comprendes quién eres y te respetas, las críticas no te
supondrán ningún problema sino que te brindarán la oportunidad de volverte una
mejor persona.
Cuando te sientes imperfecto o inseguro, la crítica es como una
amenaza y crees que debes defenderte.
Cuando te sientes seguro, no perfecto
sino seguro, puedes escuchar las críticas y tener en cuenta su valor.
Puedes decir, "lo siento", y "gracias por abrillantar mi
espejo".
Y cuando sea conveniente podrás aprender de las críticas y mejorar tu
conducta.
Digo cuando sea apropiado porque hay personas a las que les encanta
encontrar defectos en otros. Ése es su problema…
Recuerda que todos somos lienzos en blanco. Si presentas un
lienzo en blanco como tu obra de arte, no te pondrán buena nota.
Pero la
creación empieza cuando comienzas a trabajar, sobre todo si consideras el
lienzo en blanco una oportunidad de expresar tu talento y no una posibilidad de
fracasar.
Y recuerda que el lienzo no se termina mientras dura la vida.
Cuando nos encontramos fluyendo en la dirección incorrecta,
es más fácil pensar en quién tiene la culpa que cambiar de dirección.
Piensa en
ello.
Imagina que tomas un tren y tan pronto como sale de la estación te das
cuenta de que va en dirección equivocada. ¿Te enfadas y echas la culpa al tren
o reconoces tu error, te bajas en la primera estación y cambias de andén para
tomar el correcto?
Culpar a los demás de nuestra pérdida de rumbo es tentador.
Recibimos mucha información sobre la vida pero poca educación de la vida por
parte de nuestros padres, maestros y otras figuras de autoridad, que por su
experiencia saben más de ella.
La información se basa en los hechos, la
educación en la sabiduría y el conocimiento de cómo amar y cómo sobrevivir.
Pero, por más consejos que te den, eres tú quién decide que tren tomar.
Mientras recorres la vida, presta atención a los indicadores
y las estaciones. Si no te gusta lo que ves, tira del freno de emergencia y
bájate del tren.
No hay otro interventor que lo haga por ti ni tienes que pedir
permiso a nadie para hacerlo.
Es tu vida, tu viaje, el que tú mismo conduces.
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