La antigua Grecia, entre otras muchas cosas de admirar y que
nos marcaron el camino, tiene una mitología y unas leyendas extraordinarias, de
donde salen mucha de las enseñanzas que posteriormente nos dejaron y que este
legado de Grecia (posteriormente mejorado por Roma) es lo que en esos siglos y
en los posteriores, han dado probablemente lo mejor que el ser humano ha sido
capaz de hacer.
Mucho de esto proviene de ese mundo antiguo griego.
Mucho de esto proviene de ese mundo antiguo griego.
Entre las numerosas mitologías y leyendas, una de las mas
bonitas es la de las “nereidas”.
Estas son las 50 hijas de Nereo y de Doris, ninfas que habitaban en las profundidades del Mediterraneo, pero que emergían a la superficie para ayudar a los navegantes, cuando tenían problemas.
Entre ellos ayudaron a los Argonautas cuando iba en busca del Vellocino de Oro (otra maravillosa leyenda).
Estas son las 50 hijas de Nereo y de Doris, ninfas que habitaban en las profundidades del Mediterraneo, pero que emergían a la superficie para ayudar a los navegantes, cuando tenían problemas.
Entre ellos ayudaron a los Argonautas cuando iba en busca del Vellocino de Oro (otra maravillosa leyenda).
Esta leyenda de las nereidas, ha sido muy escrita por
escritores, y pintada por grandes pintores.
Todos los grandes escritores antiguos griegos escribieron sobre este mito.
Homero, Apolodoro, Higino y Hesiodo. Y de este voy a copiar un párrafo bellísimo:
Todos los grandes escritores antiguos griegos escribieron sobre este mito.
Homero, Apolodoro, Higino y Hesiodo. Y de este voy a copiar un párrafo bellísimo:
Adorables y divinas hijas nacieron en el ponto estéril de
Nereo y Doris de hermosos cabellos, hija del Océano río perfecto: Ploto,
Eucrante, Sao, Eudora, Tetis, Galene, Glauce, Cimótoe, Espeo, Toa, la amable
Halia, Pasítea, Erató, Eunice de rosados brazos, la graciosa Mélite, Eulímene,
Ágave, Doto, Proto, Ferusa, Dinámene, Nesea, Acteea, Protomedea, Doris, Pánope,
la hermosa Galatea, la encantadora Hipótoe, Hipónoe de rosados brazos, Cimódoce
que calma sin esfuerzo el oleaje en el sombrío ponto y las ráfagas de los
vientos huracanados junto con Cimatolege y Anfítrite que calma fácilmente las
olas sobre el brumoso mar y las ráfagas de furiosos vientos, Cimo, Éyone,
Halimede de bella corona, la risueña Glaucónome, Pontoporea, Leágora, Evágora,
Laomedea, Polínoe, Autónoe, Lisianasa, Evarne de encantadora figura y belleza
sin tacha, Psámate de gracioso porte, la divina Menipe, Neso, Eupompa, Temisto,
Prónoe y Nemertes que tiene la inteligencia de su inmortal padre.
Y Homero en la Ilidada dice:
Allí estaban Glauce, Talía, Cimódoce, Nesea, Espeo, Toe,
Halia, la de los grandes ojos, Cimótoe, Acteea, Limnorea, Mélite, Yera,
Anfítoe, Ágave, Doto, Proto, Ferusa, Dinámene, Dexámene, Anfínome, Calianira,
Doris, Pánope, la célebre Galatea, Nemertes, Apseudes, Calianasa, Clímene,
Yanira, Yanasa, Mera, Oritía, Amatea, la de hermosas trenzas, y las restantes
nereidas que habitan en lo hondo del mar.
Y Tetis, dando principio a los lamentos, exclamó:
—Oíd, hermanas nereidas, para que sepáis cuantas penas sufre
mi corazón.
¿No os parece hermosa esta leyenda, lo que se ha escrito
sobre ella y los nombres de las propias nereidas?
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