Muere lentamente quien no viaja, quien no lee.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se
deja ayudar.
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no se
atreve a cambiar el color de su vestimenta o bien no conversa con quien no
conoce.
Muere lentamente, quien evita una pasión y su remolino de
emociones, justamente éstas que regresan el brillo a los ojos y restauran los
corazones destrozados.
Muere lentamente quien no gira el volante cuando está
infeliz con su trabajo o amor, quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para
ir trás de un sueño quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida, huir
de los consejos sensatos..
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