"El atardecer frío de
la vida,
como azote implacable
me persigue,
va pidiéndole al
tiempo que me obligue,
a recordar, que mi alma esta perdida.
Sueños dentro de un
alma ya vencida,
imploro que el ocaso
no me hostigue
y viendo como el
tiempo ya prosigue,
quizás, este muy
cerca mi partida.
Solo me quedan mis pobres recuerdos,
mis alegrías,
tristezas y sueños,
quizás mis
pensamientos torpes, lerdos.
Mi voluntad tenaz,
pero sin dueño
y perdido entre
tantos desacuerdos,
Quizás para morir…me
falte empeño."
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